Nuestro hijo va a tener que usar aparato. Al poco de nacer, mi mujer, que tuvo que llevar aparato en su día, ya percibió que el niño podía haber heredado alguno de sus problemas. Y efectivamente así ha sido. Hoy en día, llevar brackets no suponen un gran problema porque es un ámbito muy avanzando y que asegura la corrección de los diferentes tipos de maloclusión dental. La dificultad está en decidirse entre los diferentes tipos de materiales que forman los brackets… y su precio.
En nuestra primera reunión con el dentista para hablar sobre nuestro hijo ya nos empezaron a informar sobre la diferencia entre brackets esteticos y de zafiro. Hace años, casi todos los aparatos eran de tipo metálico. Desde un punto de vista funcional eran perfectamente eficientes, pero desde un punto de vista estético, desde luego, nunca fueron la mejor opción. Sobre todo, en chicos adolescentes siempre suponía un pequeño trauma, al menos al principio.
Pero con el tiempo han ido apareciendo otros materiales aplicados al sector dental caso de la cerámica, la porcelana o el zafiro. El objetivo de algunos de estos materiales es cumplir la misma función que los aparatos metálicos, pero siendo más discretos: que “no se noten tanto”. No obstante, y tal como y nos explicaron en el dentista, existe una diferencia entre brackets estéticos y de zafiro.
Actualmente, la mejor opción para los brackets a nivel estético es el zafiro porque es muy discreto pero, además, mantiene su aspecto con el paso del tiempo. En el dentista nos dijeron que el aparato con piezas cerámicas o de porcelana se podrían manchar con el tiempo y ponerse en tonos amarillos lo que da esa sensación de suciedad algo que no sucede con los brackets de zafiro.
¿El problema? Obviamente, el precio. Los problemas dentales siempre dan susto tanto desde un punto de vista de salud como económico. Cuanto te pasan el presupuesto más de uno se marea. Pero así es este sector que trabaja con materiales muy delicados y una precisión milimétrica. Ahora nos toca decidir qué tipo de brackets queremos… y podemos pagar.