El padre de uno de mis amigos me ha ayudado durante estos últimos años unas cuantas veces y para agradecerle el gesto le he comprado una lata de Conserva gourmet de Anchoas del Cantábrico en Aceite de Oliva que sé de buena tienta que le encantan pero que no son nada sencillas de conseguir. Sé que puede parecer que no es un gran regalo pero con mi presupuesto era eso o no regalarle nada.
Siempre que le pedimos ayuda para cualquier cosa siempre nos ayuda, pero él también se aprovecha de lo suyo y muchas veces nos hace trabajar a mi y a su hijo sin motivo alguno y hasta le tenemos que acompañar a comprar el vino que vende en su bar. No es que nos moleste tener que ir a por el vino pero sí que nos molesta que tengamos que ir demasiadas veces a lo largo del año. Empezamos yendo un par de veces al año a embotellar el vino a un sitio pero ahora ya llevamos este año por lo menos cuatro veces ya en diferentes sitios, y el problema es que perdemos casi toda la tarde en ir a por el vino. Al padre de mi amigo le da igual lo que tardemos porque él no conduce y mientras vamos hasta donde tenemos que recoger el vino él va durmiendo la siesta. Desde que cogemos el coche y se queda dormido normalmente no han pasado más de cinco o diez minutos. A ver si esta vez le convencemos para que se lleve el remolque y se traiga más vino del que hemos traído las últimas veces que fuimos hasta allí.
Hemos de decir que siempre que queremos hacer alguna fiesta o churrasco el padre de mi amigo siempre se encarga de comprarnos la carne y de que el carnicero nos la corte de forma que nos sea sencillo ponerla en la parrilla, que es algo que se agradece porque las clásicas costillas para el churrasco no nos van y preferimos otros trozos de carne como la paleta que sale más barata y tiene mucha más carne.