En la mente de prácticamente todos nosotros, los barcos tienen connotaciones muy agradables. Nos recuerdan a las películas de la infancia, en la que los piratas cruzaban los mares y se enfrentaban con soldados de todas las naciones. Esto hace que la asociación de barco y aventura sea una de las primeras que nos vienen a la cabeza. Pero también están los barcos tipo crucero, con todo tipo de lujos y en los que se pueden vivir experiencias muy excitantes. Los de más edad recordarán series como “Vacaciones en el Mar” y todo lo que sucedía a bordo de aquella bonita nave.
Todo esto hace que cuando cogemos un barco, estemos predispuestos a pasarlo bien y cualquier experiencia a bordo sea mucho más agradable que otras similares en tierra. Además, mucha gente vive lejos del mar, no tiene la suerte de poder verlo con frecuencia y poder estar en las aguas es algo especial que tiene lugar en los mejores momentos de su vida: las vacaciones.
Por estos motivos podemos entender que se vendan tantos billetes barco rias baixas para disfrutar de un paseo por una de las rías de las Rías Baixas, para visitar alguna de sus islas o, simplemente, para saborear una deliciosa cena a bordo. Y no será porque no hay buenísimos restaurantes en la costa, pero comer en el mar no es algo que se haga todos los días y poder hacerlo mientras vemos el mar y las vistas de la costa hace que todo nos sepa muy especial.
Existen todo tipo de barcos para realizar estos paseos, desde bonitos catamaranes clásicos hasta los que tienen el fondo transparente y permiten ver los peces y lo que hay en el agua. No siempre hay una excelente visión, pero es emocionante poder ver qué se oculta bajo las aguas, algo que no podemos ver con frecuencia. Muchos, solo se han sumergido en la playa a profundidades a las que hacen pie, y esto es muy emocionante para ellos.
El mar nos atrae mucho, nos causa sentimientos de todo tipo: desde el miedo a su bravura hasta la atracción por su belleza. Por eso, los paseos en barco en vacaciones son una de las actividades más demandadas y un placer al que no hay que renunciar cuando se viaja a una zona como las Rías Baixas en donde abundan las ofertas de este tipo.