El terreno híbrido de la creación actual

por | 10 septiembre, 2019

Intersecciones entre la ilustración y el cine, el vídeo y el arte, o nuevas formas artísticas que emergen de la física, la biología o la robótica, por poner algunos ejemplos. Los caminos del arte contemporáneo son inescrutables. La creación actual es una amalgama de géneros y disciplinas que son el resultado de la mirada personal de cada artista.  En efecto, este saber multidisciplinar responde a los intereses personales de su creador, pero además necesita de una apuesta por la formación, en un centro de estudios de diseño y arte que abogue por potenciar esta creación híbrida.

 

Boris Labbé es un artista con este perfil transfronterizo que explicaba así su trayectoria en la clase magistral que ofreció en el Centro Universitario de Artes TAI recientemente: «Yo vengo del dibujo, ya dibujaba de niño y de adolescente. Después de mis estudios generales en el bachillerato, entré en Bellas Artes, pero en algún punto de mis estudios, empecé a interesarme mucho en el videoarte y desde aquí hice el giro al cine experimental y de animación.»

 

En TAI este camino multidisciplinar es un compromiso que se manifiesta de varias formas. Primero, porque su grado en Bellas Artes se finaliza con un Experto en Creación Digital que se va cursando a lo largo de toda la carrera y en el que se tratan materias tan heterogéneas como creación sonora, modelado 3D o videoarte. Segundo, porque el centro potencia la colaboración entre todos sus estudiantes de los diferentes estudios que oferta para que trabajen juntos y se enriquezcan mutuamente: así, el audiovisual, las artes escénicas, la fotografía y la música vienen a sumarse a los proyectos de los alumnos de Bellas Artes. Y tercero, porque, al terminar el grado, los estudiantes tienen acceso a los programas de máster y especialización de todas estas disciplinas artísticas con las que conseguir un espacio creativo que rebase las fronteras de la creación más conservadora. 

Las incursiones en el arte sonoro de John Cage, las piezas videoartísticas de Bill Viola y Nam June Paik, o el teatro más experimental de las perfomances de Joseph Beuys o más recientemente, de la mediática Marina Abramović han transformado la manera en que concebimos el arte actual. Y esta concepción tiene que ir de la mano de una formación que se implique en este enfoque revolucionario. Es un misterio saber por qué nuevos caminos transitará el arte, pero es en ese enigma donde reside parte de la fascinación: un arte que muta y se subvierte a sí mismo demuestra que respira y está vivo.