¿Por qué esperar al año nuevo para hacer realidad tus sueños? ¿No sería mucho mejor pensar en que estas Navidades podrías tener el cuerpo que siempre has soñado y disfrutar de unas fiestas por todo lo alto? Acudiendo ahora a realizarse ese aumento de pecho que se desea desde hace mucho, da tiempo de sobras de recuperarse para las fiestas y de estrenar el nuevo look junto con la década que comienza.
Un aumento de pecho puede hacer que estas fiestas sean especiales, permitiendo lucir ese estilo de vestido con el que siempre se había soñado pero cuyo escote no se acababa de rellenar y no sentaba como debería. Y se acabó el tener que llevar sujetadores con relleno para que las camisetas ceñidas marquen un torso atractivo y femenino.
Las operaciones de aumento de pecho siguen siendo de las más solicitadas, sobre todo porque ahora los post operatorios son mucho más leves que antes y la calidad de las prótesis ha aumentado considerablemente. Si bien no es posible garantizar que unas prótesis vayan a durar toda la vida ya que esto va a depender de muchos factores, una mujer que se realiza un implante tiene ahora muchas garantías y sabe que el producto ha pasado muchas pruebas previas a llegar al quirófano.
Muchas mujeres jóvenes rechazaban el ponerse implantes antes de ser madres por miedo a no poder dar el pecho a sus hijos. Pero la colocación de implantes a través de las axilas permite amamantar sin problemas y es algo que siempre se puede plantear a los médicos para que lo tengan en cuenta cuando se programa un aumento de pecho. Incluso es posible realizarse retoques tras la maternidad si se pierde turgencia en los senos, recuperando su aspecto anterior o incluso mejorándolo.
Además, las formas de las actuales prótesis son variadas y se pueden elegir entre las prótesis redondeadas y las que ofrecen una forma más natural de pecho y que son las favoritas de la mayoría de las mujeres porque no se tiene ese aspecto característico que dan las prótesis a los escotes, sino que no se diferencian de un pecho natural algo generoso. Especialmente porque también han cambiado los gustos respecto al tamaño y ahora se llevan las tallas acordes con el cuerpo, evitando los excesos que fueron tan característicos de otras épocas.