Tu edad y sexo. Cuánto más joven eres, más barato será tu seguro médico. Aunque hay una excepción y son los recargos que algunos seguros ponen en el precio de los seguros de mujeres en edad de tener hijos. Hasta hace poco, los seguros médicos solo abarcaban un rango de edad, por lo que cuando las personas llegaban a unos años concretos se quedaban sin seguro. Hoy, ya existen seguros para la tercera edad, con servicios adaptados a estas personas aunque el precio siempre será mayor que el de una persona joven.
Tu historial médico. El historial médico no solo puede hacer que varíe el precio de un seguro, puede incluso impedir su contratación. La mayoría de seguros hacen unos test de salud a las personas que quieren contratar sus servicios y, si padecen algunas enfermedades graves, no los aceptan como clientes. En otros casos, algunas enfermedades pueden suponer un incremento en el precio aunque lo habitual es que, directamente, no queden cubiertas las enfermedades previas a la contratación. Por eso es tan importante contratar un seguro cuando se está sano.
Los servicios elegidos. Normalmente, hay diferentes tipos de seguros. Una persona puede contratar un seguro que sea únicamente para consultas médicas y pruebas pero que no incluya la atención hospitalaria. O puede contratar un seguro que no solo cubra las consultas, pruebas y la atención hospitalaria, sino también un seguro dental. Cuántos más servicios, mayor será la cuota mensual pero también hay que tener en cuenta que se pagará mucho menos que si se contrataran esos servicios por separado. Por lo que sigue saliendo a cuenta. En adeslas precio seguro medico puede adaptarse a todo lo que hemos visto aquí, por lo que es muy personalizable.
El copago escogido. Es el último ingrediente para conocer la cuota que vamos a pagar. Puede optarse por diferentes modalidades, cada seguro tiene las suyas que pueden ir desde la ausencia total de copago, con cuotas mensuales más altas, hasta cuotas mucho más reducidas con un copago mayor. Normalmente, existen diferentes niveles de copago para que se pueda personalizar el precio del seguro. Además, es posible cambiar el tipo de copago. Por ejemplo, si tenemos una cuota baja y un copago alto pero predecimos que vamos a tener que ir mucho al médico durante los próximos meses por cualquier problema de salud que tengamos, podemos cambiar a un copago bajo y una cuota mayor para que nos compense.