No suelo recibir a mucha gente en casa pero coincidió que hace unos días vino un amigo para hacer unas tareas en el ordenador ya que necesitaba un PC y él solo tiene portátil. Hacía tiempo que no venía a casa y notó grandes cambios. Y es que el salón se ha transformado en “zona de guerra” porque el niño se ha apropiado de él y está todo lleno de sus juguetes. Al lado del mirador, por ejemplo, hemos puesto una mesa con dos sillas pequeñas para que él juegue… y disfrute de las vistas, que es de lo mejor que tiene la casa.
Mi amigo se fijó en esa zona y dijo que debía tener cuidado porque el niño podría subirse a la mesa que está muy cerca de la ventana y abrirla. Y aunque el mango de la ventana está lo suficientemente fuerte para que no pueda hacerlo me dio que pensar. Y empecé a valorar la posibilidad de instalar sistemas de seguridad infantil en las ventanas.
Me acerqué a una tienda que conozco de carpinteria aluminio en vigo para preguntar por opciones ya que nunca había pensado en ello. Y es que todos los padres y madres tenemos nuestras obsesiones con respecto a la salud y seguridad de nuestros hijos. A mí me agobia todo lo relacionado con la seguridad vial porque actualmente vivimos en una zona con muchísimo tráfico… pero también he sentido un poco de escalofrío con las ventanas. Y todo porque la advertencia de mi amigo me hizo recordar un caso real del hijo de un músico que cayó por una ventana.
Existen muchos sistemas de seguridad infantil en este aspecto, tal y como me comentaron en la tienda de carpintería aluminio en Vigo. Tal vez los más adecuados en mi caso sean los seguros de plástico que impiden que las ventanas abran más allá de lo debido. Es un sistema que se acopla a la ventana permitiendo abrirla ligeramente para que entre el aire pero impidiendo abrirla de par en par. Me parece una fórmula barata y cómoda que me hará sentirme más seguro cuando el niño esté jugando solo en el salón.