RECUERDOS MUY FRESCOS

por | 30 julio, 2019

Recuerdo cómo eran las calles en los años ochenta, que fue en la época en la que me crié. La calles estaban casi vacías no había los coches que hay hoy en día, se podía jugar en la calle sin ningún problema sin que los coches te atropellasen, incluso había calles en los que se jugaban partidos de fútbol. Eso, en los días que corren es prácticamente imposible y los adultos ya no dejan que sus hijos bajen a la calle para poder jugar con otros niños del barrio. Ahora los niños prefieren quedarse a cubierto porque dicen que el sol no les deja ver bien las pantallas de sus teléfonos móviles y tablets. A mí, personalmente me dice eso mi hijo y lo primero que hago es quitarle el móvil o la tablet y le llevo al parque para que aprenda lo que es jugar con otros niños, que parece que los niños se han olvidado de serlo. Cuando yo era niño era muy raro que me quedase en casa, salvo en invierno que había que hacer los deberes del colegio.

 

En el edificio en el que vivía mi abuelo cuando era un niño vivía un doctor que era bastante amable pero intentaba hacer siempre un chiste que no entendía, me decía, hay que tener una buena prevencion cancer colon, con el paso del tiempo aprendí a entender lo que me quería decir. Y no era la única persona un tanto extraña que vivía en ese edificio, en un bajo sótano vivían unas señoras que siempre nos intentaban llenar a galletas como si los niños devorásemos las galletas, y a mi personalmente nunca me han gustado mucho.

 

Estos recuerdos los tengo tan frescos como si hubiesen sucedido ayer, en cambio lo que me ha sucedido ayer ya no lo tengo tan claro, es extraño hacerse mayor y recordar que todo lo que ha pasado ya era mejor que lo que está por venir o por lo menos a mí me lo parece. Aunque espero que esta percepción cambie un día de estos, aunque para ello necesite un pequeño aliciente.