Cuando la gente me habla de los cupones central lechera asturiana, no puedo evitar pensar en los cupones que aparecen muchas veces en la películas americanas. Y es que en los estados unidos hay un verdadero fervor por los cupones de descuento. Incluso tienen un programa de la televisión que además de enseñarles a hacer compras de muchísimo dinero gastándote muy poco dinero. Pero creo que este programa lo único que consigue es que más y más gente se enganche a coleccionar toda clase de cupones para que sus compras sean mucho más baratas.
Alguna vez he podido ver ese programa, y en él mostraban a gente de todas las edades y de todos los géneros, que quedaban en grupos para recortar e intercambiarse los cupones de descuento que les hacían falta a cada uno. Era casi como cuando nos cambiábamos las estampillas de fútbol en el colegio, o por lo menos eso fue lo que me pareció.
A mí personalmente nunca me ha gustado mucho ir de compras y no creo que vaya a gustarme ya, pero la gente que sale en este programa parece que no vive para otra cosa que comprar compulsivamente cualquier cosa aunque no les haga falta. Y eso es algo que en mi cerebro no tiene cabida, no puedo gastarme ni un céntimo sin pensar primero si me puedo permitir comprar ese artículo. En este programa del que os hablo, además de comprar cosas que no les hacen falta compran infinidad de cosas que no van a utilizar en mucho tiempo. Porque en muchos productos para que te hagan el descuento de los cupones tienes que comprar un número determinado del mismo producto. ¿Donde se ha visto que haya que comprarse muchos productos iguales solo para un pequeño descuento? Si la gente pensase menos en gastar y más en ahorrar nuestro mundo sería mucho mejor.
Hay que saber en qué gastarse el dinero, ya que por desgracia no tenemos la fortuna de ser ricos y poder gastarnos todo lo que queramos sin tener cargo en nuestra conciencia ni en nuestros bolsillos.