Hay apartamentos cuyas paredes parecen hechas con papel de fumar. Y si eso es incómodo para quienes conviven en la casa, normalmente familia, más lo es si el problema también está en las paredes que median con el apartamento vecino. En los casos en los que la pared que media separa dos salones, puede resultar algo molesto pero cuando la pared separa un salón y un dormitorio o dos dormitorios, la falta de intimidad es todavía mayor.
La única solución a este problema es aislar lo máximo posible la pared medianera. En un mundo ideal, se hablaría con el vecino, que también está sufriendo el problema, y ambos os pondríais de acuerdo para hablar con una empresa de aislamiento pared A Coruña. ¿Qué ventajas tendría esto? Pues que si ambos aisláis la pared, es menor la capa que hay que poner en cada una de las casas y, por tanto, menos el espacio que se le estará “robando a la habitación” además de que el resultado es mucho más efectivo. En cada una de las casas se levantaría una segunda pared de pladur y entre esta pared nueva y la antigua iría la capa de aislante. El resultado sería que entre tu casa y la de tu vecino estarían tu nueva pared de pladur, una capa de aislante, la pared antigua, otra capa de aislante y su nueva pared de pladur.
Pero no vivimos en un mundo ideal y el vecino, generalmente el que más ruido genera, puede no querer saber nada de la obra. En este caso, te tocará aislar a ti. Hoy, por suerte, los aislantes son cada vez más efectivos y ya no es necesario restar demasiado espacio para levantar el nuevo tabique y aislar. Y estarás ganando en intimidad y confort por lo que siempre será una buena inversión.
No obstante, hay que tener en cuenta que ruidos como los causados por la vibración de la música, de los golpes o de aparatos de sonido con caja de graves no se transmiten solamente por el aire, sino que también van a través de las vibraciones por las estructuras de la vivienda, como por ejemplo por el suelo, el techo o las columnas. Por lo tanto, nunca vas a tener un aislamiento que te garantice un silencio total, pero sí una intimidad mucho mayor y una mejor convivencia, sin duda alguna.