Hace unos cuantos años una de mis amigas intentó enseñarme a hacer pulseras pero para ello tenía que aprender a hacer el trenzado de cintas y ahí fue cuando empezó a no darse demasiado bien y al poco tiempo desistí de hacer esa clase de pulseras. Con el tiempo llegué a aprender un poco pero no lo suficiente como para poder hacer mi propia pulsera. Y eso que las manualidades suelen ser algo que se me da bastante bien, pero al parecer hacer pulseras no está entre mis mejores habilidades. Me gusta hacer cosas con las manos pero más del estilo de construir cosas o de inventar soluciones a problemas que me suelo encontrar en el día a día.
Las invenciones para solucionar problemas con los que solemos lidiar es mi especialidad, más que nada porque mucha gente se complica para solucionar muchas cosas y yo creo que muchos problemas cotidianos tienen una solución muy sencilla, solo que hay que probar cual es la mejor solución y barata. Porque lo mejor de estos inventos es que casi no cuestan nada de dinero o directamente son gratis. A mucha gente mis inventos les parecen una tontería pero una vez que los prueban se dan cuenta de lo equivocados que estaban y no les queda otra opción que decirme que mi invento funciona bastante bien aunque no sea demasiado vistoso.
En el barco es donde más utilizamos la inventiva, porque el barco ya tiene sus años y hay muchas cosas que necesitan un repaso rápido y como mi amigo, el dueño del barco, y yo tenemos ideas muy parecidas nos compenetramos muy bien, además piensan mejor dos cerebros que uno solo.
Ahora tengo que idear algo para arreglar unos abollazos que me han hecho en el coche mientras lo tenía aparcado y que algo ya he conseguido quitar pero todavía se puede apreciar el golpe. Me molesta mucho cuando me pasan estas cosas con el coche y sobre todo cuando no son culpa mía y no dejan una nota con los datos para que nuestros seguros se puedan encargar de los daños producidos.