Una prueba de que las cosas están muy bien entre tu pareja y tú es que os guste estar a solas y realizar escapadas para disfrutar el uno del otro o hacer actividades en común. Muchas parejas prefieren salir siempre con otra gente porque reconocen que solos se aburren y eso es una muestra de que algo está fallando en la relación.
Una de las formas en las que muchas parejas disfrutan de su mutua compañía es realizando escapadas románticas. ¿Y hay algo más romántico que una autocaravana pequeña 3 plazas en la que recorrer algunos de los mejores espacios naturales?
Estas autocaravanas son muy cómodas pero a la vez son bastante íntimas. Se convierten en un nidito de amor perfecto para quienes no quieren grandes lujos, sino que prefieren estar en espacios naturales y hermosos.
En algunos lugares, existen parkings para caravanas en los que es posible estar durante algunas noches. En otros, todavía se permite el aparcar con libertad. Y cuando no hay una cosa ni otra siempre queda la opción de los campings. Con una caravana se puede estar en un camping pero con esa intimidad que cualquier pareja necesita para estar tranquilamente al final del día, charlando de sus cosas, compartiendo un juego o viendo una serie para relajarse.
Para esas parejas que no han convivido nunca será como una primera experiencia en un espacio pequeño pero a la vez muy acogedor en el que tendrán de todo pero en pequeñas porciones: un reducido cuarto de baño, una mini cocina, y hasta una sala de estar que puede transformarse en dormitorio. Una excelente manera de conocerse en una zona neutral, ya que no será ni la casa de uno ni la del otro y no habrá normas previas ni costumbres, sino que se irán negociando las reglas sobre la marcha en un bonito ejercicio de convivencia.
Para las parejas que ya llevan tiempo juntas, será un cambio de aires que les hará sentir que cambian totalmente de escenario y que puede ser toda una invitación para intentar cosas nuevas, por ejemplo una nueva diversión compartida. Esas tarde noches sin televisión pueden llevar a descubrir juegos de cartas, de mesa o incluso invitar a conversaciones que hacía tiempo que estaban pendientes y que fuera de casa, en un ambiente relajado y agradable, pueden ser más fáciles de afrontar y darles una buena solución.