Mi mejor decisión durante el embarazo

por | 18 junio, 2025

Cuando me enteré de que estaba embarazada, sentí una mezcla de emoción, alegría y, para ser honesta, algo de miedo. Quería hacer todo bien, cuidar de mí y del bebé desde el primer día. Una de las decisiones más importantes que tomé —y que más tranquilidad me dio— fue contratar un seguro medico embarazadas adeslas.

Desde el principio, supe que quería un seguimiento completo y personalizado del embarazo, con la posibilidad de elegir a los profesionales que me atendieran y sin largas listas de espera. Con Adeslas, encontré justo eso: acceso a ginecólogos de confianza, ecografías en centros privados y la posibilidad de llevar un control detallado mes a mes, algo que me ayudó a vivir este proceso con mucha más seguridad.

Una de las cosas que más valoro es haber podido hacerme las pruebas y controles con rapidez. No tuve que esperar semanas para una ecografía importante ni para las analíticas de rutina. Además, pude elegir el centro que más me gustaba, cerca de casa y con buenas instalaciones. Todo el proceso se sintió mucho más humano y menos estresante.

El seguro también incluía preparación al parto, algo que no sabía cuánto iba a necesitar hasta que empecé a ir. Las clases no solo me ayudaron a entender los cambios físicos y emocionales, sino que también fueron una forma de conectar con otras futuras mamás y compartir miedos, dudas y emociones.

Mi pareja también se sintió muy implicada en todo el proceso. Al tener la posibilidad de asistir conmigo a cada cita y ver al bebé en cada ecografía, vivimos el embarazo de forma conjunta y cercana. Eso hizo toda la diferencia.

Y lo mejor de todo es saber que, cuando llegue el momento del parto, estaré en un hospital privado, acompañada de un equipo profesional que ya me conoce y con el que me siento cómoda. Tener ese respaldo me hace sentir mucho más preparada y tranquila.

Contratar el seguro de embarazadas de Adeslas fue una inversión en bienestar, en salud y en confianza. Porque no hay nada más importante que saber que tú y tu bebé están en buenas manos desde el principio.