Con demasiada frecuencia nos cuidamos mucho de que los pantalones que vestimos sean nuevos y nos favorezcan, que la camisa que llevamos sea de la temporada y esté impecablemente planchada o que los zapatos brillen como nuevos, pero descuidamos cosas tan fundamentales como los cinturones. Si crees que es el momento de renovarlos te tocará buscar ofertas de accesorios de hombre y hacerte con algunos modelos.
Pero ¿cómo saber si es el momento de renovar tus cinturones? Te damos algunas pistas al respecto:
-Si el cinturón te da casi vuelta y media. Es normal que un cinturón te pueda quedar un poco grande y te sobre un trozo, pero si el trozo sobrante te sobrepasa el costado es que no es de tu talla y deberías de pensar en comprarte uno nuevo más pequeño y que te siente mejor. Olvídate de cortar el cinturón porque no va a quedar igual nunca y, además, no suele merecer la pena hacerlo porque te obligaría a resituar los agujeros, pudiendo no quedar bien en su nueva posición.
-Si el cinturón casi no sobresale de la hebilla. También podemos encontrar el caso contrario. A veces hay que rendirse a las evidencias y si tu cinturón hace tiempo que está tan justo que te cuesta incluso que sobresalga de la hebilla es que has engordado y necesitas comprar uno con más centímetros para que pueda abarcar tu contorno. No pasa nada, guarda el viejo si está en buen estado para que te sirva de referencia el lunes que decidas comenzar la dieta.
-Si tiene marcas perfectamente visibles o cambios en el color. Algunos cinturones afean mucho el conjunto porque tienen marcas que pueden estar causadas por el agua, por la grasa de las manos al manejarlo o por cualquier tipo de roce o desgaste. Lo más feo es cuando hay áreas enteras que son de un color diferente. Esto hace que el aspecto general de la persona se vea descuidado incluso si por el resto se va muy bien vestido.
-Si la punta se ve desgastada y fea. La punta del cinturón gastada es un claro indicativo de que el cinturón ya ha llegado a su límite y tienes que olvidarlo para siempre y renovarlo comprando uno nuevo.
-Si ya ni siquiera recuerdas cuando lo has comprado. Quizás tienes un vago recuerdo, pero hace tanto que no podrías asegurar donde lo has comprado. Si te ocurre eso, definitivamente es el momento de renovar tu cinturón.