Ayuda psicológica ante la enfermedad

por | 7 abril, 2019

La psicología es una de esas profesiones un poco maltratadas generalmente por la falta de conocimiento. Nadie considera que puede hacer el trabajo de un cirujano o de un piloto de avión, pero sí que se cree que ‘ser un poco psicólogo’ está al alcance de todos. Yo descubrí que no, que solo está al alcance de los profesionales.

Fue la enfermedad de mi hermana lo que me abrió los ojos. Le fue diagnosticado cáncer de mama. En un principio lo llevó bastante bien sorprendiendo a toda la familia que esperábamos, por su carácter, que no fuera de capaz de asumirlo. Todo fue bien en cuanto al tratamiento, pero en la fase final, y sin saber por qué, se vino abajo. Entre todos intentamos ayudarla, creyendo que podríamos ayudar psicológicamente: ¿quién va a conocerla mejor que su propia familia? Pero nos vimos incapaces y ella seguía empeorando.

Entonces alguien recomendó buscar un psicólogo especializado en oncologia madrid. Fue la mejor decisión que pudimos tomar. No sabemos si todos los profesionales son igual de eficientes que Diana, la doctora que atendió a mi hermana, pero nos enseñó que hay que dejar espacio a los profesionales también cuando se trata de problemas mentales.

El cáncer de mama es muy delicado y cada mujer lo lleva de una manera. En el caso de las mujeres relativamente jóvenes puede ser duro porque entran en juego muchos aspectos emocionales. Diana llevaba varios años trabajando en el departamento de oncologia madrid de un importante hospital asesorando, sobre todo, a mujeres que padecían o que habían padecido cáncer. Y entre los diferentes tipos de cáncer, el de mama es, como sabemos, uno de los más habituales, aunque por suerte también uno de los que tiene más posibilidades de curación.

Mi hermana se ha curado, y aunque con esta clase de enfermedad siempre hay que estar alerta, todo pinta bien. Pero también para su cabeza. Todavía sigue viendo a la psicóloga de vez en cuando porque la enfermedad hizo aflorar algunos problemas anteriores que ella había tenido. Por suerte, encontramos la solución que necesitaba: ayuda profesional, no solo familiar.