En un tiempo plagado de gurús que acechan parapetados en sus redes sociales, todo el mundo parece contagiarse de esta tendencia todologuista que consiste no solo en opinar sobre todo, sino en sentar cátedra sobre cualquier asunto, por muy lejos que esté de nuestros conocimientos. Lo último que vengo escuchando es que está cerca el final de los supermercados y que a no mucho tardar haremos toda la compra del día por internet, incluyendo la fruta y la carne.
A mí me gusta hacer la compra, tocar el producto, decidirme entre este producto o este otro. Me gusta saber lo que compro y creo que eso es algo para lo que el comercio digital todavía no está listo: lo estará, pero todavía es muy pronto.
Tanto me gusta hacer la compra que soy miembro del club lechera asturiana, entre otros. Trato de aprovechar todas las ventajas que me ofrecen aquellas marcas en las que más confío, y Central Lechera Asturiana es una de ellas. Y con este tipo de productos sí que no tengo ningún problema en adquirirlo por internet: ya lo he hecho en otras ocasiones. La cuestión es que cómo comprar productos frescos por internet.
Varios de los gigantes del comercio electrónico tratan de liderar el cambio también en relación a la compra de alimentos. Han hecho algunos ensayos para servir todo tipo de alimentos a través de sus aplicaciones, pero es una opción que no termina de funcionar. Tanto es así que en los últimos tiempos parecen estar cambiando de tendencia y ya han anunciado que invertirán en la creación de nuevos supermercados físicos enfocados a la alimentación ecológica.
Si uno de los gigantes más importante de la bolsa estadounidense ha dado marcha atrás en su apoyo a los supermercados físicos, ¿qué opinarán los gurús ahora? Todo el mundo quiere ir por delante, pero el mundo todavía no está tan digitalizado como algunos desearían. No, yo no voy a comprar manzanas por internet, lo siento. Y pretendo seguir cultivando mi club lechera asturiana yendo a comprar al supermercado y beneficiándome de sus ofertas.