Muchas personas que tienen que viajar en avión desde Santiago de Compostela se preguntan si hay un único parking aeropuerto santiago lavacolla. La respuesta es que existe solo un parking oficial del aeropuerto, pero existen otros parkings que ofrecen un servicio incluso más completo y exclusivo y, lo que es más importante, a un precio más reducido.
Se trata de los llamados parkings low cost que tanto han dado que hablar en los últimos años y que se han convertido en uno de los servicios favoritos de los viajeros que van a coger un vuelo, tanto si van a volver en pocos días como si no regresan hasta pasadas varias semanas.
El funcionamiento es realmente sencillo: el cliente deja el coche bajo la custodia del parking que se encarga o bien de recoger el vehículo en el aeropuerto o bien de llevar al cliente desde sus instalaciones hasta la misma puerta. Durante todo el viaje el coche permanece en las instalaciones del parking totalmente vigilado y cubierto por su correspondiente seguro.
El viajero indica en el parking cuál va a ser su vuelo de llegada y los empleados se encargan de recogerle cuando llega. Incluso están pendientes de si hay retrasos en la llegada del vuelo o surge algún tipo de problema o aplazamiento. Si el cliente cambia el vuelo solo tiene que llamar para comunicarlo dándoles el número de su nuevo vuelo, día y hora. Cuando la persona sale de la terminal, se encuentra su vehículo esperándole junto con el empleado que le hace la entrega de la llave.
Solo tienen que cargar las maletas y viajar de vuelta a casa con la tranquilidad de que todo está correcto y de que su coche no ha sufrido ningún daño. Y, además, ahorrando dinero respecto a dejarlo en el propio aeropuerto. En la mayoría de los casos se produce también un ahorro respecto a coger el servicio público, sobre todo cuando se viaje por poco tiempo. Y, lo mejor de todo, es que no hay que esperar horarios de tren ni bus para volver a casa. No importa a que hora llegue el avión.
Esto evita lo que a menudo sucedía de tener que coger un taxi, hospedarse en un hotel en Santiago y volver a casa al día siguiente en autobús o tren. Un gasto y además una pérdida de tiempo que ahora se pueden evitar muy fácilmente.