¿Qué necesitas saber antes de alquilar una nave industrial?

por | 12 mayo, 2018

Al proceder al alquiler naves industriales hay varios aspectos que es necesario tener en cuenta y conocer bien antes de proceder a la firma del contrato. Evidentemente, el dato que todo el mundo pregunta en primer lugar es el precio de la nave industrial y hasta que punto podría ser negociable. Esto es importante, ya que normalmente hay un tope del que no es posible pasar y todo el mundo quiere conseguir lo más posible por el precio que puede abonar.

Pero tanto o más importante que el precio son otras condiciones que es imprescindible conocer. Para empezar, qué tipo de actividades empresariales están permitidas (y cuales no) en la zona. Es frecuente que en determinadas áreas se prohiban ciertas actividades que pueden causar ruido, molestias, problemas de horario o cualquier otra circunstancia por la que no se adapte al tipo de área en la que está situada la nave. Por eso, no es poco frecuente que haya actividades no permitidas en ciertas zonas. Por ejemplo, las que pueden causar mucho ruido y están situadas en áreas residenciales.

También es necesario conocer si la nave cumple con todos los requisitos que se van a pedir para llevar a cabo la actividad empresarial: ¿Cumple con las leyes antiincendios? ¿Tiene todo lo que exige la ley para llevar a cabo la actividad prevista? En algunos casos es necesario que la nave la vea alguien que conozca bien esta legislación, como un aparejador. Este profesional podrá decirnos si la nave cumple o no con todo lo necesario y, en caso de que no sea así, nos dirá si es posible realizar los cambios imprescindibles y cuánto podría llegar a costarnos hacerlo.

De esta manera no sabremos solo el precio de la nave, sino también si es posible instalar en ella el tipo de actividad que se desea y cuánto costaría hacerlo posible. Con estos datos se puede negociar con los propietarios un ajuste en el precio o incluso un periodo de carencia. El periodo de carencia en naves industriales puede ser de varios meses a fin de que se puedan afrontar las obras que son necesarias para comenzar a trabajar y se pueda iniciar la actividad.

Otro aspecto importante es la duración del contrato. Al arrendador siempre le interesa que sea la máxima posible, sobre todo si se realiza una importante inversión, a fin de garantizar que puedan amortizarla.