¿Cómo escoger grandes recintos para la logística de tu empresa?

por | 21 enero, 2018

El gasto que conlleva el alquiler o la compra de una nave industrial es considerable por lo que no debemos precipitarnos. Hay que estudiar bien todas nuestras opciones porque no solo se trata del coste de la nave, sino de los servicios que nos va a dar de lo que dependerá, a su vez, el éxito de nuestro negocio.

Lo primero que debemos decidir es entre alquilar o comprar. Algunos empresarios lo tendrán claro, pero otros no tanto. El alquiler y venta de naves industriales tiene sus propios claves y aunque tengamos un cierto conocimiento del mercado inmobiliario no está de más que consultemos con uno (o mejor varios) profesionales especializadas en este sector.

Por supuesto, la decisión de alquilar o comprar deriva fundamentalmente de nuestra capacidad de inversión y de la salud financiera de nuestra empresa, pero también de la situación del propio mercado inmobiliario.

Una vez que nos hayamos decidido entre comprar o alquilar debemos centrar la búsqueda siguiendo dos aspectos claves: el tamaño y la ubicación. Para decidir el tamaño de la nave hay que analizar nuestras necesidades de presente, pero también de futuro. Ojo a si se prevé un rápido crecimiento para nuestro negocio porque deberemos cambiar rápidamente a una nave más grande con todo lo que eso supone.

El otro aspecto clave es, por supuesto, la ubicación. En este sentido, la conexión con los transportes y la cercanía de suministradores y/o de clientes debe ser los elementos que nos hagan decidirnos por una u otra opción.

En la venta de naves industriales el precio variará mucho en función de la ubicación. Es posible que nos dejemos tentar por un recinto de buen precio que, sin embargo, esta bastante aislado con respecto a las principales conexiones de transporte. El ahorro que podamos tener en el alquiler o compra de la propiedad puede esfumarse tras unos pocos años  debido a una mala ubicación.

Y no te olvides de tener en cuenta a la hora de invertir en una nave industrial que, en muchas ocasiones, deberemos reservar un parte para reacondicionar adaptando el espacio a nuestro tipo de negocio.