Descubre la forma correcta de decorar una habitación

por | 22 marzo, 2017

Si vas a decorar una habitación de la casa debes de saber que el primer paso es elegir la decoración de las paredes. Aquí vas a jugar con varios puntos:

-Puedes pintar. Es la opción más fácil y más económica. Pintar las paredes es algo que se puede hacer en un solo día, pero que permite jugar con colores y con la luz para lograr efectos muy originales.

-Puedes empapelar. Normalmente, ya no se lleva empapelar toda la habitación, pero sí la mitad o una sola de las paredes para hacerla destacar. Si se trata del dormitorio, lo habitual es empapelar la pared del cabecero de la cama y si es el salón, suele hacerse con la pared en la que va el sofá.

-Puedes colocar otros materiales. Las paredes también se pueden cubrir con otros materiales. En lugar de papel se pueden poner recubrimientos imitando a madera o a piedra, por ejemplo. También se pueden colocar tablillas de la mitad para debajo de la pared. Ahora, en lugar de las típicas tablillas finas de madera se llevan más las placas grandes del mismo material, mucho más elegantes.

Una vez que las paredes están decoradas es el turno de las ventanas. La elección suele estar entre cortinas y estores. Si la habitación es grande y la ventana también lo es, las cortinas suelen ser las más indicadas, mientras que los estores son perfectos cuando no se quiere perder mucho espacio, si no real al menos visualmente.

En cualquier caso las tendencias cambian a velocidad de vértigo y lo último es colocar un estor a modo de visillo y cortinas combinadas. Así que inspírate y haz lo que realmente te guste sin preocuparte de mucho más.

Llega el momento de colocar los muebles. Si se trata de la habitación, lo normal es comprar un dormitorio a juego que quepa bien en la habitación, pero si estamos hablando de una sala de estar, entonces tenemos que centrarnos en dos elementos básicos: el sofá y el mueble de la televisión.

Una vez que se han elegido los muebles más importantes de la habitación es el turno de la mesa de centro, de una posible vitrina y de cualquier otro mueble auxiliar que se quiera colocar en la habitación, siempre sin recargar en exceso el ambiente.

Lo último es la alfombra y el resto de elementos decorativos, como los cuadros o los adornos que se pongan sobre los muebles.